Embanderamiento, homenaje y un recuerdo permanente a los históricos compañeros lucifuercistas
El sábado 13 de julio, en el Día del Trabajador de Luz y Fuerza, dirigentes y afiliados nos juntamos en la sede de la calle Maipú. Después del tradicional embanderamiento y de la foto habitual, nos dirigimos al Cementerio Municipal: depositamos una ofrenda floral para recordar y homenajear a los compañeros fallecidos, los que nos mostraron el camino que hoy transitamos con orgullo.
Institucional16/07/2024

El sábado 13 de julio celebramos el Día del Trabajador lucifuercista y desde nuestro querido Sindicato Luz y Fuerza realizamos un acto sencillo, que estuviera acorde a la difícil situación por la que está atravesando el movimiento de los trabajadores.
De modo que desde la Comisión Directiva que conduce nuestro Secretario General Cro. Eduardo Amaya realizamos lo que habitualmente, cada año, solemos hacer: recordar y homenajear a los históricos hombres del gremio y del sector que fueron quienes abrieron caminos para las futuras generaciones lucifuercistas.
A las 9.30 horas se efectuó el embanderamiento de la sede de la calle Maipú 2150, por lo que las banderas del Sindicato de Olavarría y de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf) ondearon sobre la puerta de ingreso. Y en el mástil ubicado detrás de la sede, la compañera Daiana Gallo y el compañero Ignacio Amaya izaron la enseña nacional.
Posteriormente, dirigentes y afiliados, así como integrantes de la Subcomisión de Jubilados y Pensionadas, nos sacamos la foto de rigor. La celebración había comenzado con una reunión para compartir una cena, el viernes 12, en el salón de la sede de la calle Maipú que fuera inaugurado recientemente (más precisamente el 26 de abril).
Y alrededor de las 10 horas fuimos hasta el Cementerio Municipal donde depositamos una ofrenda floral en homenaje a los gloriosos lucifuercistas fallecidos, recordándolos de una manera humilde pero sincera, profunda, y que hacemos cada año con sumo respeto.
Porque nunca debemos olvidarnos que ellos, todos, dirigentes y afiliados así como todos los trabajadores que llevaron y llevan en la sangre el sentir de Luz y Fuerza, fueron quienes abrieron el surco para que detrás llegaran las generaciones que continuaron con su legado, y que también deben defender los derechos conquistados.
Derechos de los que hoy disfrutamos, pero se debe a esa lucha incansable que llevaron a cabo durante años. Y que los que estamos actualmente en actividad somos los que tenemos que seguir los mismos pasos, para mostrarles a las generaciones venideras que forman parte de una historia muy rica de Luz y Fuerza, una historia que se ganó con esfuerzo, con sacrificio y con la unión permanente de todos los compañeros trabajadores. Un legado que debe continuar por siempre.